sábado, 27 de marzo de 2010

Bloodparade volvió a tocar en El Sótano. Perpetual Agony y Dark Phóenix tuvieron auspiciosos debuts.


Rosario. Fecha del evento: sábado 20 de marzo de 2010. Nuevamente Bloodparade visitaba nuestra ciudad para descargar su electropop/gothic metal/industrial y la ocasión servía para que junto a ellos se mostrasen bandas locales de estilos diversos, incluyendo un par de grupos debutantes. A continuación, la reseña de lo acontecido.




Minutos antes de la medianoche, Perpetual Agony efectuaba su debut en vivo. Con una gran imagen y presencia escénica, este sexteto que cuenta con dos integrantes de Infernus en su formación (Lord Oscurus en teclados y segunda voz, Baalzephon en una de las guitarras) desarrolló una potente actuación, con canciones oscuras y pesadas dotadas de variados climas, orientadas hacia el symphonic black metal y el gothic/doom, acusando influencias de agrupaciones referentes como Theatre of Tragedy, Limbonic Art, Burzum y Lacrimosa, entre otras.




Sonaron muy ajustados, notándose en la ejecución el fruto de un largo período invertido en ensayos. Interpretaron composiciones propias, entre las que se destacó la extensa “(The Begining of) The Final Battle”. Devastadoras bases black atravesadas por tristes melodías cantadas por la vocalista Jesica resumen la fórmula que utiliza Perpetual Agony para iniciar su andar en la escena local; los primeros resultados obtenidos juegan a su favor.




En segundo lugar, las chicas de Paperdolls (más el muchacho que toca la batería) desplegaron con entusiasmo su set de alternative metal/rapcore/metalcore (una corriente musical que actualmente experimenta un moderado auge en Rosario), compuesto por covers de Kittie y algunos temas propios.



Lamentablemente sufrieron las inclemencias del sonido, que se manifestaron con acoples que se sucedieron durante gran parte de su show.




La otra banda debutante de la noche era Dark Phóenix, que también puede considerarse en parte como el proyecto paralelo de un par de miembros de Biodroid, ya que incluye entre sus filas a Jorge Lenti como primer guitarrista y a Gabriel Zubiri como bajista. Pero la música de Dark Phóenix se ubica lejos del death/grind de la banda de origen de los citados músicos; esta nueva propuesta que se suma a la escena se enmarca en un hard rock de corte escandinavo contemporáneo, con una marcada influencia de Sentenced y reminiscencias de HIM, conteniendo algo de esa frialdad y oscuridad que identifica al rock de aquellos lares.




Digamos que una de las variantes que diferencian a Dark Phóenix de bandas similares es la inclusión de una vocalista que canta con voces limpias (no caen en el cliché gótico actual de recurrir a una voz lírica soprano), la cual se mostró algo estática al principio pero se fue soltando con el correr de los temas.




La experiencia en vivo adquirida por Lenti y Zubiri se notaba cuando uno los veía tocar con total soltura, permitiéndose recorrer el escenario e inclusive pararse frente a frente para tocar uno el instrumento del otro.
Hicieron piezas propias como “Morir o Vivir” y los covers “Wicked Game” (de Chris Isaak, en la versión de HIM) y “Rapture of Lust” de For My Pain, este último muy bien recibido por el público que estaba frente a la valla.



Por ser su debut en directo, el desempeño de los músicos Dark Phóenix fue correcto y disfrutable, además de que pueden ser considerados como pioneros en su estilo en la escena local, introduciendo un sonido que aun no tenía representantes dentro del circuito rosarino.




Cabra pisó las tablas a las 2:20 e hizo lo que sabe hacer: thrashcore/groove/alternative metal de raíces noventeras bien ejecutado y con gran llegada a su gente, que no paró de hacer pogo. Así fue que descargaron temas propios como “Talento innato”, “Voz consciente” y “Get Away”, más un par de covers, sobresaliendo uno de Sepultura (si mal no recuerdo se trataba de “Attitude”).




Sonaron compactos y sólidos, sin sufrir complicaciones técnicas, en una fecha que constituyó el regreso de Cabra a los escenarios tras un parate de algunos meses.




La última banda invitada en tocar antes del acto principal fue Diva Satánica. El cuarteto de melodic death metal está pasando por un buen momento en lo artístico y actualmente se está preparando para afrontar dos compromisos de alto nivel como serán las fechas en las que abrirá los shows de Marduk y de Dark Tranquillity en Buenos Aires. Por desgracia, su performance estuvo empañada por los problemas de sonido que debieron soportar, ya que, por ejemplo, las melodías armónicas limpias que debían llegar a nuestros oídos con nitidez se perdían en medio de ruidos estridentes.




De todos modos, el de Diva Satánica fue un buen concierto, en el cual ofrecieron piezas de su propio repertorio como “X Generation”, “Injected With Rage”, etc., más el cover de Arch Enemy “Enemy Within”. Ojalá en la próxima ocasión podamos disfrutar del elaborado sonido de Diva Satánica sin estos molestos inconvenientes sonoros que nivelan para abajo los espectáculos.




Bien tarde, pasadas las 4 de la mañana, mientras una intro de imágenes se proyectaba en la pantalla gigante, Bloodparade se hacía presente frente al público rosarino. El sonido de ellos tampoco fue el mejor, pero lograron sonar bien de todas formas.




Para quien no está habituado a su peculiar estilo, es difícil describir la propuesta de Bloodparade. Si bien la agrupación se autodefine como “gothic metal electro”, la variedad de estilos que abarcan en su obra puede resultar más amplia, ya que podemos encontrar en sus canciones pesadas bases industriales a lo Rammstein con guitarras muy metálicas, reminiscencias al dark wave ochentero, audio de sintetizadores electropop contemporáneos y demás condimentos que a este cronista se le escapan.




En todo momento la banda mantiene una actitud seria y firme en la ejecución, la cual es complementada por la soltura y simpatía de la frontwoman Brenda Cuesta, una luchadora de la escena under nacional que integrara en los ‘90s el grupo femenino de thrashcore/death metal Sarkástica. A ella la pudimos ver interactuando con el público, arengando, interpretando algunos temas usando un megáfono como recurso, luciendo una imagen de “chica punk”, además de manejar un amplio abanico de matices vocales que contiene desde delicadas voces limpias hasta podridos alaridos guturales.




Como dato adicional, cabe mencionar que Emiliano Tellería, uno de los dos guitarristas de Bloodparade (el otro es Patricio Castelli), no pudo viajar para tocar en esta fecha y fue reemplazado por un sesionista allegado al grupo. Por otro lado, el bajista no es otro que Claudio “El Pastor” Filadoro, guitarra y voz de los stoners Buffalo y ex integrante de Vrede y Los Natas.



El playlist incluyó varios cortes de su más reciente trabajo “State of Trance” (2008), entre los que pueden destacarse “Can Ignore”, “From Fire”, “Take My Soul”, etc, además de “Waiting for the Horror” de su primer álbum.



De la nutrida y heterogénea audiencia que concurrió al evento, un buen porcentaje se quedó hasta el final para disfrutar de Bloodparade; se los podía ver observando, saltando, haciendo algún pogo y headbanging e incluso bailando como si estuvieran en un boliche. Después de todo la consigna era divertirse y cada uno lo hizo a su manera.



Tras 50 minutos de actuación, a las 5 de la madrugada Bloodparade se despedía de Rosario. Sin duda se trata de una banda que se está haciendo acreedora del status de “grande” dentro del underground nacional, sustentada por su originalidad, su llegada a la gente y la ventaja que supone el poder transitar sin problemas por diferentes géneros y escenas.



* Todas las fotografías fueron tomadas por Victoria Panozzo, fotógrafa oficial de Corcel de Acero, con la excepción de las imágenes de Perpetual Agony las cuales fueron extraídas de su MySpace oficial.

jueves, 25 de marzo de 2010

Overkill en Buenos Aires


Ciudad Autónoma de Buenos Aires (El Teatro, Rivadavia 7800, Flores). Fecha del Evento 18 de marzo de 2010. Veinticinco años de espera, varias generaciones metaleras expectantes ante la llegada de una de las leyendas del thrash metal mundial. Sí señores, estoy hablando de Overkill y de su visita a Argentina.
Tras el lanzamiento de “Ironbound”, en febrero del corriente año, Bobby "Blitz" y compañía se presentaron ante el ferviente público argentino, en un show que prometía volarle la tapa de los sesos a más de uno, y cumplieron la promesa sobradamente.
En cuanto a la organización del evento, ingreso y salida del local, iluminación y sonido; todo fue perfecto. Un show verdaderamente de calidad ofrecido por Volumen 4.



El aperitivo, tres bandas locales que supieron dar lo mejor de sí para ir calentando las tablas que pisarían, para más de una de estas bandas, sus ídolos de años.
Abrió la partida Tungsteno, con su thrash old school. A pesar de ser los primeros en aparecer en escena, sonaron prolijos y sin baches. Dieron un show compacto en el que se pudo apreciar muy bien que esta banda continúa trabajando para ofrecer cada día un show de mayor calidad.



Musicalmente, Tungsteno es una banda prolija, sin darle demasiadas vueltas a la interpretación pero logrando un buen impacto. Temas directos, thrasheros y gancheros a full muy bien aceptados por la gente que, de a poco, comenzaba a ingresar a ese teatro que estallaría horas más tarde.
Hubo pogo, si, a las seis de la tarde! y eran pocos los que habían decidido entrar temprano, pero aún así unos cuantos saltaron y se arremolinaron un poco al son del thrash de Tungsteno.
Tocaron por alrededor de 30 minutos en los cuales su cantante, Gabo, no paró de correr y dar saltitos por el escenario. Los temas más aplaudidos fueron sus ya clásicos "El Escuadrón del Thrash" y "Te-Thrash"



Minutos después, el clima viró a un thrash más extremo. Mucho más extremo a decir verdad. Dementaria fueron los segundos en aparecer en escena y lo hicieron con todo. Cuatro temas al hilo de un thrash/death acelerado y preciso. Ellos están presentando su primer trabajo discográfico "Violencia Extrema", de cuyo disco hicieron la mayoría del set.
Imponentes, con mucha actitud y presencia escénica, esta banda sorprendió y llamó la atención de la mayoría de los presentes con sus melodías aceleradísimas y la continuidad en la interpretación, sin dar respiro a la violencia y energía. Sorprendente la labor de su cantante Jorge Armada, a puro headbanging y con caudal vocal más que acorde, gritando y vociferando a más no poder y de manera excelente.
El show duró poco más de 30 minutos que se disfrutaron a pleno, tanto por la gente que miraba asombrada el desempeño de la banda, como para Dementaria, que denotaba gran carisma y comodidad en el escenario.



Para terminar el precalentamiento, y como acto previo al más esperado de la noche, llegó Serpentor. Esta banda, que cuenta con numerosas presentaciones en shows internacionales y gran reconocimiento en el público local, presentó un show muy prolijo y contundente. Thrash metal por excelencia, si se sabe de lo que se habla, sería la definición clara del sonido e interpretación de esta banda.
Iniciaron el set con "Privación ilegítima de la libertad" tema que da título a su más reciente trabajo discográfico, logrando comenzar de muy buena manera el precalentamiento.
La gente se acercó y comenzó a poguear de inmediato, a medida que los que aún permanecían afuera comenzaban a apurar el paso para ingresar al recinto.
Entre los más destacados del show de Serpentor sonaron: “Controlando la nación”, “Enfermo Poder”, “Síndrome” y “Militares Criminales”, cerrando a pleno y como es acostumbrado, con el cover de Slayer "Raining Blood" dejando el suelo realmente caliente para recibir al show principal.



Habían pasado alrededor de 20 minutos y la ansiedad crecía. Se apagaron las luces y comenzó el griterío previo a la apertura del telón, serían aproximadamente las 21 hs. Inquietos y expectantes, todos miraban hacia el escenario esperando la llegada de ellos, los maestros del thrash, y el telón se abrió descubriendo el arte de tapa de “Ironbound”, y los primeros acordes de "The Green and Black" provocaron la explosión inicial de un show que no aflojaría por más de una hora y media. Overkill, daba comienzo a un show inolvidable.


De este modo iniciaba la banda, cuya formación actual cuenta a Bobby "Blitz" Ellsworth y el bajista D.D. Verni, miembros originales de la banda, acompañados de Dave Linsk en guitarra principal, Derek Tailer en rítmica, completando con Ron Lipnicki en batería.
El show gozó de una terrible potencia y muchísima energía en su totalidad, dejando extasiados a todos sus seguidores, presentes esa noche. Un show lleno del profesionalismo esperado, con guitarras nítidas desgarrando riffs increíbles, el bajo con óptimo rendimiento y precisión acompañando a una más que precisa batería, resonando en la caja torácica de cada alma en el público.


Ni hablar del desempeño de Bobby, corriendo, entrando y saliendo de escena en los momentos justos, con un desempeño vocal increíble, demostrando su excelente estado físico a pesar de tener en su haber unos 50 añitos de edad!
Obviamente, no se hicieron esperar los cantitos de cancha, y con el "Overkill, es un sentimiento, no puedo parar..." la banda recibió el calor del público, sorprendidos incluso, mirándose unos a otros ante esta inesperada - al parecer - muestra de aceptación y fanatismo de sus seguidores.


En cuanto al set, sonaron temas de todos los tiempos, manteniendo constantemente la atención de la gente. Creo que esta banda ha venido a dar una clase intensiva de cómo debe ser un show de heavy metal. Mucha velocidad, mucha energía, sin altibajos y manteniendo una continuidad tan precisa que me atrevo a decir que mejor no podría haber sido.


Entre los temas que más se destacaron - desde mi punto de vista - fueron los dos de apertura con “The Green and Black” y “Rotten to the Core”, además de “Feel the Fire”, “Ironbound”, “In union we stand”, “Gasoline Dream”, excelente la fusión del tema “Overkill” con su homónimo de Motörhead, momento en el cual parecía que todo terminaba pero los gritos y pedidos de la gente lograron que vuelvan a salir a escena.
Para terminar sonaron “Necroshine” y el gran cierre con “Fuck You”, acompañados de todo el público con sus brazos en alto haciendo el meritorio gesto.


En resumen, un show impresionante, mucho mejor de lo que esperaba, incluso habiendo visto videos de sus presentaciones en otros países. Será que el DVD jamás será lo mismo que estar ahí, o que el calor del recibimiento argentino es, como suelen mencionar los músicos que nos visitan, incomparable.
El hecho es que para las once, las calles de Flores se vieron repletas de thrashers con esa inconfundible cara de satisfacción de haber dejado todo en un pogo agotador y renovador.
Esperemos que no pase mucho tiempo hasta el regreso de esta banda.


Crónica escrita por Lemmy y Princess Of Darkness para Partitorium.


*Las fotografías de Overkill que ilustran esta crónica fueron tomadas por Fernando Serani para Metal Eye Witness. Las imágenes de los grupos teloneros fueron tomadas de sus sitios web oficiales.